25 de Mayo de 2012

Morelia, Michoacán .- En la Casona del H Congreso de Michoacán, se llevó a cabo una rueda de prensa con el objetivo de presentar los logros de Generación X la Democracia y las cartas por la democracia, ante los medios de comunicación más importantes de este Estado y los diputados del H. Congreso del Estado de Michoacán.

Después de una breve introducción en la cual César Flores, secretario general de Generación X, agradeció por su presencia a los asistentes -alrededor de 30 jóvenes, 12 reporteros y varios representantes de los diputados- y los felicitó por su interés en la democracia.

A continuación cedió la palabra a Gabriel Baltazar Pedraza, el Presidente de Generación X, quien aprovechó este espacio para hablar sobre “El papel de los jóvenes en la democracia.” Este es un fragmento del discurso que pronunció:

En diciembre del año pasado, cuando presentamos Generación X la Democracia, comencé contando la historia de Radhia una joven estudiante tunecina que participó en la primavera árabe. La idea que tenía entonces es la misma que ha mantenido viva este proyecto. Mi intención era hacer de la democracia una idea atractiva, para que los jóvenes se interesaran y la hicieran suya. Desde entonces esa hace ha sido la principal tarea de Generación X y nuestro mayor reto.

El día de hoy se supone que hablaríamos de los logros de nuestra asociación, y sí vamos de ello, pero quisiera aprovechar este espacio para invitarlos a reflexionar sobre el papel de los jóvenes en la democracia.

Generación X, tal vez, muchos no lo sepan es una organización apartidista, integrada por jóvenes, mujeres y hombres, con distintas preferencias políticas.

Siempre hemos defendido que somos una nueva generación plenamente comprometida con la democracia, nos rehusamos a que nos llamen apáticos e indiferentes.

Nuestra misión, a grandes rasgos, es contribuir a lograr las mejoras que nuestra democracia tan urgentemente demanda. ¿En qué necesitamos mejorar? Pues nosotros detectamos algunos problemas urgentes que debían ser atacados inmediatamente y otros al largo plazo.  Por una parte nos preocupaban las descalificaciones que muchos actores políticos han dirigido en contra del IFE y otras instituciones consagradas en la constitución; nos preocupaba la falta de una verdadera cultura de responsabilidad política en la que candidatos y sus partidos, explicaran al electorado el qué y el cómo de sus propuestas de campaña, pero sobre todo que se obliguen a cumplirlas;  nos preocupaba la baja calidad de campañas electorales poco propositivas e informativas, y más destinadas a la descalificación que a la confrontación de ideas. Por último creemos que los partidos políticos, deben ser más democráticos al interior, sus candidatos deben ser electos democráticamente, en procesos públicos y transparentes.

¿Cómo vamos a lograr esto? A través de cartas por la democracia. Documentos en los que plasmamos nuestras demandas y que buscamos firmen los candidatos y sus partidos para obligarse a llevarlas acabo. Estos documentos se encuentran listos, los tenemos aquí con nosotros y se los vamos a dar para que los lean nos digan lo que piensan, pero sobre todo para que se los hagan llegar a sus candidatos y les exijan que los cumplan.

Pero había otro aspecto que nos parecía igual o más preocupante, el abstencionismo y la apatía de los electores, en concreto de los jóvenes.  Por eso es que a través de nuestro sitio web y de las redes sociales hemos realizado un enorme esfuerzo, primero, por generar contenidos de interés que atraigan a los jóvenes a la idea de democracia. Después, por defender la importancia del voto frente al abstencionismo, defender al voto efectivo frente al  voto nulo y por último de ofrecer información a los jóvenes electorales, objetiva e imparcial, para que decidan su voto conforme a propuestas e idas.

Los contenidos de interés que publicamos diariamente a través del Facebook y el Twitter,  van desde citas de intelectuales y artistas que defienden la democracia, hasta la designación de un demócrata de la semana alguien quien gracias sus contribuciones y logros, haya logrado marcar la historia de la democracia. Además recomendamos artículos y multimedia, sobre lo que pasa en nuestro proceso electoral y las democracias del mundo. Diariamente difundimos las noticias más relevantes sobre las campañas electorales, en particular lo que tiene que ver con propuestas de candidatos.

En nuestro sitio web hemos publicado casi 100 notas: artículos de opinión, notas sobre eventos y presentaciones de organizaciones pro-democráticas y hemos dado seguimiento a los movimientos estudiantiles que han surgido recientemente, como YoSoy132, nos hemos reunido con sus organizadores y simpatizantes y los hemos entrevistado.

Cuando defendimos el sufragio frente al abstencionismo planteamos la pregunta ¿Por qué tiene sentido votar? Esa misma pregunta les hago yo hoy a todos ustedes, aquí presentes. Si quieren conocer nuestra respuesta les sugiero que visiten nuestro sitio web y lean el artículo completo, pero yo les voy contar aquí la historia de Daniel, a ver si los convenzo:

Daniel gana 15,000 al mes. De eso sólo recibe 10,000; los otros cinco mil son prestaciones que la empresa le da. Una de ellas es acceso a un gimnasio. Daniel está indeciso sobre ir o no al gimnasio, por un lado sabe que es bueno para su salud y que mejorará su calidad de vida; pero al mismo tiempo le genera un costo de oportunidad, el tiempo que pasaría en el gimnasio lo podría aprovechar para ver la televisión, leer o un sin fin de alternativas. Al final de cuentas Daniel se decide a ir al gimnasio por un simple motivo, ya gastó 5,000 en el gimnasio. Tal vez no sería su elección, pero los beneficios de ir al gimnasio son gratuitos, mientras que los costos de hacer algo más existen.

Algo parecido pasa con el sistema electoral. El IFE funciona con presupuesto federal. Los partidos políticos también se encuentran financiados con dicho presupuesto, el cual proviene de la recaudación fiscal y de otros ingresos; esto quiere decir que un porcentaje del presupuesto federal se encuentra asignado a todo un aparato diseñado para votar. Los recursos para estas elecciones ya se asignaron y muchos ya se emplearon, ese dinero, hablando en términos bastante coloquiales provino de todos nosotros, de nuestros ingresos y de la venta de los recursos naturales del país. Es como el dinero que la empresa usa para pagar el gimnasio de Daniel.

Tal vez nosotros hubiéramos gastado el presupuesto en otros rubros, tal vez no financiaríamos al IFE, ni mucho menos a los partidos políticos;  tal vez el domingo 1 de julio nos gustaría ver un partido de fútbol en casa, en vez de formarnos para votar. Sin embargo el hecho es que el dinero, nuestro dinero, fue asignado y se está gastando; el voto es un servicio que nosotros pagamos y desaprovecharlo es irracional.

Cuando hablamos del voto nulo, usamos otra historia, pero ahora no era la de Daniel, sino la mía propia. Les quiero decir que En 2009 yo anulé mi voto. Y lo hice motivado en parte por los argumentos que ofrecían varios intelectuales, quienes proponían al voto nulo como un mecanismo de presión a los políticos para lograr ciertas reformas indispensables para mejorar la calidad de la democracia.

Les quiero decir que el voto nulo alcanzó en 2009 5.4% de los votos totales, un número altísimo;  pero me di cuenta, de que independientemente de los logros del movimiento por el voto nulo, en 2012  debíamos ejercer un voto; pero un voto distinto, un voto informado. Creo que las condiciones respecto de 2009 han cambiado, somos una sociedad civil fortalecida, el internet mediante las redes sociales nos ha proveído de información muy valiosa sobre los candidatos y las propuestas; además existen plataformas que condesan y evalúan dichas propuestas. Ahora tenemos mejores herramientas para decidir nuestro voto; más bien mi invitación es a que los indecisos, que son un porcentaje muy alto, siempre se ha mantenido alrededor del 20% vendan su voto caro, pregunten, demanden y se informen.

Siempre que tratábamos de defender el voto informado, surgía un reproche que iba así “¿Por qué voy a desperdiciar mi tiempo y mi dinero en infórmame sobre promesas que nunca se van a cumplir?” Nosotros defendemos el voto informado, por una simple razón, porque quien se informa y luego vota es el que se beneficia. Mediante argumentos muy sencillos le mostramos a los electores que el valor de escoger al mejor candidato, es decir al que mejor represente sus intereses o los de la comunidad es muy alto. Sólo que somos muy malos para calcularlo, porque lo vemos como un suceso muy lejano y en vez de informarnos, preferimos el placer inmediato que nos dan otras actividades.  Pero debemos recordar la importante decisión de ir votar, ir a votar no es cualquier cosa, estamos escogiendo nuestros representantes o gobernantes quienes estarán en su cargo varios años.

El voto informado es muy valioso, no sólo cuando el candidato que elegimos gana sino también pierde, pues conocemos las propuestas de todos los candidatos y de esta forma les exigimos que las cumplan.

En el camino logramos despertar muchas conciencias, la mayoría de ellas jóvenes. Es increíble ver que tus ideas circulan y se debaten, que tus propios amigos y completos extraños las discuten contigo. Recibimos muchas respuestas y comentarios; convencimos mediante argumentos a la gente de ir a votar y de hacerlo con información sobre propuestas. Aún así hallan sido cuantos, esto nos dio el aliento e impulso que necesitábamos para seguir adelante.

Lo que ha pasado estos últimos días con #YoSoy132 es algo sorprendente, inclusive los que defendíamos a esta generación como demandante, no lo vimos venir. Ahora que el movimiento se encuentra mejor organizado y ha expresado sus exigencias de forma más puntual, no creo que quede duda que se trata de un movimiento apartidista en defensa de la democracia. Yo se que dentro hay algunos grupos que simpatizan con un partido y candidato y otros que antagonizan con otro. Pero esta última semana he tenido la oportunidad de entrevistarme con los organizadores, estudiantes del ITAM, el TEC y de otras universidades, y todos me han demostrado sus firmes intenciones de trascender más allá de la mera crítica, ahora son propositivos; son apartidistas, creen en las vías institucionales y son demócratas.

Entonces, el papel de los jóvenes en la democracia es fundamental y no sólo porque representan un gran número de votos; sino porque son quienes le dan vitalidad a este sistema y lo hacen con herramientas que dominan mejor que nadie: el internet y las redes sociales. Menospreciarlos es incurrir en un gravísimo error, los jóvenes tenemos demandas, nos organizamos; tal vez no contamos con grandes presupuestos, todo lo contrario, estamos muy limitados; pero tenemos nuevas herramientas que si son bien usadas sirven para el fortalecimiento de la ciudadanía.

Ya no se trata pues de recordar esfuerzos democráticos del pasado, ahora los jóvenes tenemos demandas propias y muy válidas; construimos ciudadanía, exigimos responsabilidad política y aquellos políticos que no sepan escuchar las demandas de lo jóvenes y hacer de sus agendas las suyas propias, se quedarán simplemente rezagados. Ahora sí me atrevo a decir que somos una generación por la democracia.