“Descubrí que el velo no es apropiado para una mujer que quiere ser activista y participar en la vida pública […]  La gente necesita verte, asociarse e identificarse contigo. En mi religión no está establecido el uso del velo; en realidad, es una costumbre, así que me lo quité.” Afirmó Tawakul Karman, después de en una conferencia por los derechos humanos en Washington; era la primera vez que no usaba su velo en público.

La historia de esta periodista independiente, activista de los derechos de la mujer y ganadora del premio nobel de la paz, comenzó muchos años antes de la primavera árabe. Karman, de 33 años, es presidenta y fundadora de Mujeres Periodistas sin Cadenas, una organización que desde 2005 defiende los derechos humanos y la libertad de expresión. Es militante del partido islamista Islah y desde 2007 ha liderado las protestas contra la dictadura yemení, y durante meses acudió cada martes –sin falta- a la Plaza de la Libertad de Saná para protestar frente a la sede gubernamental y romper las cadenas de la conservadora sociedad yemení.

Conocida entre l@s yemenís como “la mujer de hierro” y “madre de la revolución”, Karman recibió toda clase de amenazas por parte del gobierno encabezado por el dictador Alí Abdalá Saleh, quien fuera presidente de Yemen desde 1978 hasta Febrero de 2012. Cuando fue arrestada en enero de 2011 detonaron las protestas de cientos de miles de personas que demandaban la renuncia de Salé y la instauración de un gobierno democrático.

Sobre la primavera yemení, Karman dijo” Hemos elegido la paz, pudimos haber recurrido a la violencia en esta revolución y pudimos haberla arreglado en días y no meses si hubiéramos recurrido a nuestras armas… Pero hemos elegido la paz y solamente la paz” Se trataba de una revolución por la democracia, con el fin de terminar con la opresión en Yemen y para que el pueblo pudiera disfrutar sus derechos; pero esto era inconcebible sin replantear el papel de las mujeres en las sociedades árabes:

 “Las mujeres deben dejar de sentirse como parte del problema para ser parte de la solución. Hemos sido marginadas durante mucho tiempo y ahora es el momento de que nos pongamos en pie y ejercitemos nuestros derechos sin necesidad de pedir permiso o contar con una aprobación”

Se trataba pues no sólo de una revolución política, sino una revolución social, en la cual las mujeres desempeñaron un papel fundamental.  “Si vas a la protestas verás algo nunca visto: cientos de mujeres que gritan, cantan y hasta duermen en tiendas de campaña.”

La renuncia definitiva del dictador Saleh en febrero de 2012 confirmó que se había logrado – al menos en parte- aquello que la había hecho merecer un premio nobel de la paz: “la lucha pacífica por la seguridad de las mujeres y por el derecho de las mujeres a participar en el proceso de construcción de paz.”

Fuentes:

http://www.guardian.co.uk/world/2011/mar/25/tawakul-karman-yemeni-activist-saleh

http://www.eluniversal.com/internacional/111007/tawakul-karman-es-considerada-la-mujer-de-hierro-yemeni

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/07/internacional/1317978960.html

http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/peace/laureates/2011/karman.html